El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha muerto este viernes tras recibir dos disparos. Mientras hacía política a pie de calle, literalmente: estaba ofreciendo un mitin en plena acera, a la entrada de una estación de tren. Un acto muy habitual en las campañas electorales de este país, donde el control de armas se encuentra entre los más estrictos del mundo y los niveles de violencia, entre los más bajos del planeta.
- Para encontrar una muerte violenta de un dirigente hay que retrotraerse a un intento de golpe de Estado en 1936, cuando dos antiguos primeros ministros murieron en lo que ahora es la residencia oficial del jefe de Gobierno.
- En todo Japón, un país de 125 millones de habitantes, solo se registraron diez incidentes por armas de fuego en todo el año pasado, con el resultado de una muerte y cuatro personas heridas, según los datos oficiales.
Abe fue trasladado en ambulancia y posteriormente en helicóptero tras el incidente y los servicios sanitarios trataron de recuperar sus constantes vitales, según han señalado la policía y los servicios sanitarios de la ciudad de Nara (oeste de Japón), donde ha ocurrido el ataque.
Al parecer, el exmandatario nipón ha recibido disparos de escopeta por la espalada mientras ofrecía un discurso de campaña en la calle cerca de una estación de tren en la citada localidad, según la policía local, que ha detenido a un hombre como supuesto autor del ataque.
Muere el ex primer ministro de Japón Shinzo Abe tras ser tiroteado en un mitin en plena calle
— Ricardo Robaina (@_NOALCOMUNISMO) July 8, 2022
La Policía ha detenido a un hombre como presunto autor del ataque al político conservador de 67 años, durante un acto en la ciudad de Nara pic.twitter.com/xyTwTZ5MtK
Testigos presenciales del ataque afirman que se han oído dos disparos en el lugar de los hechos y que a continuación Abe se ha desplomado al suelo, según recoge la cadena estatal NHK.
El incidente se ha producido sobre las 11:30 hora local de este viernes (04:30 en Euskadi) y en presencia de numerosos ciudadanos que asistían al acto de campaña o transitaban cerca de la estación de Yamato-Saidaiji.
El detenido, ex miembro del Ejército
El detenido es Yamagami Tetsuya, un hombre de 41 años y ex miembro de las Fuerzas Marítimas de Autodefensa (Ejército nipón).
Tetsuya, procedente de la ciudad de Nara, en el oeste de Japón, ha sido arrestado mientras sostenía un arma con la que habría disparado en dos ocasiones al ex mandatario nipón.
Según fuentes del Ministerio de Defensa japonés, el supuesto agresor trabajó en la rama naval de las Fuerzas de Autodefensa, encargadas de la defensa del archipiélago, durante tres años hasta 2005.
Condena
Diversos líderes mundiales han condenado este viernes el atentado contra Abe. Entre las voces que se han alzado tras el ataque, se encuentran Pedro Sánchez, Jens Stoltenberg, Ursula Von der Leyen, Boris Johnson, Emmanuel Macron, Jacinta Arden o Charles Michael, entre otros.
El actual primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha afirmado -cuando Abe seguía aún con vida- que Abe se encontraba «muy grave» y ha tildado lo sucedido de «acto bárbaro» que condena «en los términos más firmes».
«Espero sinceramente que el ex primer ministro sobreviva», ha dicho Kishida en una comparecencia ante la prensa, antes de recalcar que el acto «no puede ser perdonado». «El Gobierno quiere adoptar todas las medidas posibles para anticipar y responder ante cualquier situación así en el futuro», ha agregado. Minutos más tarde se ha conocido la noticia del fallecimiento de Abe.
Abe, el primer ministro que más tiempo ha permanecido en el puesto
Abe dejó el cargo de primer ministro por motivos de salud en septiembre de 2020, tras convertirse en el político japonés más duradero en el puesto.
El líder conservador se encontraba hoy en un acto de campaña para las elecciones parciales a la Cámara Alta de la Dieta (Parlamento de Japón) que se celebran este domingo, en las que el Partido Liberal Democrático (PLD) de Abe y del actual primer ministro, Fumio Kishida, espera revalidar su amplia mayoría.
Los mítines electorales suelen celebrarse en Japón en plena calle y con escasas medidas de seguridad, debido al bajo índice de criminalidad y de ataques con armas de fuego propios del país asiático.