La Universidad Privada Alas Peruanas, con 28,318 estudiantes, podría quedarse sin licencia, seguido de cierre, luego que la fiscalía encontrara operaciones sospechosas en las que aparece el exsecretario general y ‘patrocinador’ de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez Gamarra.
Según Hildebrandt en sus Trece, 8 millones de soles, procedentes de la Universidad Alas Peruanas, financiaron la campaña presidencial de Keiko Fujimori entre el 2015 a 2016, para ser favorecido «A través de mejoras tributarias, mejoras normativas y/o mejoras en el tratamiento de contrataciones con el Estado con empresas, de llegar al poder» señala el documento fiscal.
Se supo que en marzo de este año, la Superintendencia de Educación Superior (Sunedu) paralizó el proceso de licenciamiento por problemas contables al no justificarse cómo maneja el dinero que pagan sus estudiantes y tienen un año como plazo para solucionarlo.
Según el fiscal Wilson Salazar, Fidel Ramírez, gerente general de UAP y tío del exsecretario de Fuerza Popular, celebró contratos con seis empresas de Joaquín Ramírez, durante la última campaña presidencial. A través de estos contratos, Fidel le entregó a Joaquín prestamos no justificados por un total de 8’ 295,630.00 soles en el 2015.
Empresas:
- Constructora e Inmobiliaria Habitaria S.A.C.
- Integral S.A.C., Technologies S.A.C.
- Lima Ingeniería y Construcción S.A.C.
- Capricornio Import S.A.C.
- Ofisoft.com S.A.
Los más de millones soles que Fidel Ramírez ‘prestó’ a su sobrino Joaquín Ramírez, con fondos de la UAP y que jamás fueron devueltos, sirvieron para financiar la campaña de Keiko Fujimori.
- «En el presente caso confluye la participación de personas del ámbito político como son Joaquín Ramírez, Keiko Sofía Fujimori Higuchi y Pier Figari, teniendo a los dos primeros como cabecillas y líderes de una estructura criminal formada al interior del partido Fuerza 2011, hoy Fuerza Popular, destinada a inyectar dinero ilícito proveniente de las actividades criminales previas citadas en agravio de la Universidad Alas Peruanas para el beneficio de dicha estructura política», estableció el fiscal según el semanario Hildebrandt en sus Trece.
En esto se especifica, que Joaquín Ramírez constituyera una serie de empresas para convertirse en proveedor de la UAP y enriquecerse con la falsificación de facturas, la venta sobrevalorada de inmuebles y otros negocios colaterales.
Estos hechos, que ya forman parte de una investigación preparatoria en la Primera Fiscalía Supraprovincial Especializada en Delitos de Lavado de Dinero, terminarían por desaparecer a la Universidad Alas Peruanas y otro proceso para Fujimori y su organización.