En un reciente viaje a Ica, Juan Díaz, mejor conocido como Planeta Juan, el creador de contenido colombiano afincado en Canadá, se adentró en la realidad menos visible de esta región peruana. Su destino no fue solo las famosas dunas o las Islas Ballestas, sino también Tierra Prometida, un área con más de 50 asentamientos humanos y casi 10 mil habitantes, en su mayoría familias de escasos recursos y migrantes de otras regiones andinas.
«A pesar de los atractivos turísticos, hay ciertas realidades que llaman mucho mi atención,» comenta Juan en su video. «Por ejemplo, un gran barrio aquí a 25 minutos llamado la Tierra Prometida». Este comentario inicial ya establece un tono de contraste entre la belleza turística de Ica y las duras condiciones de vida en Tierra Prometida.
El vídeo de Planeta Juan es un testimonio crudo de la vida en este asentamiento, situado en medio del desierto. Las imágenes y relatos presentan a las familias luchando diariamente por sobrevivir en condiciones extremas, sin acceso a servicios básicos.
«Hay alrededor de 9000 familias de esas 9000 familias la mayoría Todavía viven sin agua viven sin electricidad y ahí van todavía en la lucha no después de tantos años todavía guerreando a ver si de pronto les botan un cable un tubo alguna vaina para poder tener servicios básicos y otro de los servicios básicos importantes es el de la recolección de basura que aquí es muy precario. Nos dimos cuenta entrando al pueblo es la cantidad de basura en las calles» describe.
La paradoja del televisor en la precariedad
Además, Planeta Juan destaca una paradoja notable en Tierra Prometida. A pesar de la precariedad económica y la falta de servicios básicos, muchas familias eligen invertir en televisores grandes y costosos. Estos artefactos llegan a costar cerca de 7 mil soles al crédito. Este contraste entre las necesidades básicas insatisfechas y la adquisición de bienes de lujo arroja luz sobre las complejas prioridades de consumo en contextos de pobreza.
Es complicado, viven cinco personas y el chico tiene que hacer su colchón todas las noches para poder dormir ahí cinco personas en un espacio. La cocina es una estufita que se conecta y ya el baño como lo vieron, yo me salí rápido porque estaba tapado y tenía todo desbordado». «Pagan cuotas de póngale que unos 70 dólares mensuales para pagar el televisor que es lo único que están pagando a cuotas y yo yo me imagino que el televisor debe ser como el objeto o propiedad material más de valor importante» narra Planeta Juan.
«Pozo séptico que ya por debajo se está saliendo todo, sistema de agua inexistente, lo cual también causa problemas de salubridad tremendos. La gente no se puede bañar y al no tener un sistema decente de trato de desperdicios en el baño, puede ocasionar muchas infecciones y problemas de salud. La cosa es en serio muchachos» agregó.
Planeta Juan reflexiona sobre sus viajes de turismo y realidad
El creador de contenido concluye su viaje con una reflexión profunda sobre la importancia de visibilizar estas realidades. «Me sentiría raro yendo a un país y solo conocer lo que me venden en el panfleto de turismo… Venir a Perú y solo ir a Machupicchu, al oasis, me parece como tal vez un poco irrespetuoso». Con estas palabras, Juan invita a los espectadores a mirar más allá de los atractivos turísticos. Especialmente a reconocer las realidades complejas y desafiantes que enfrentan muchas comunidades.
Este viaje de Planeta Juan a Ica y su inmersión en Tierra Prometida ofrecen una perspectiva crítica y necesaria que contrasta profundamente con la imagen turística habitual de la región. Sus observaciones y reflexiones revelan una faceta de Ica que rara vez se muestra al mundo, destacando la fortaleza y el espíritu de lucha de sus habitantes menos favorecidos.
