Las prendas amarillas son típicas de Año Nuevo, pero no lo son aquellas con mensajes ofensivos hacia ciertos sectores de la población como son los inmigrantes.
Las redes sociales han estallado luego de que Vanessa Rolfini, una periodista venezolana que radica en el Perú publicara una foto de una trusa amarilla con un mensaje que hace referencia a las mujeres venezolanas: “A la orden, mi chamo”.
Para Rolfini, los mensajes que llevan las prendas que están comercializando para estas fiestas de fin de año son xenófobos y machistas.
“¿Acaso esto no es violencia contra la mujer?, ¿Qué necesidad hay de insultar a todo un pueblo de esta manera? Esto es además de xenofóbico, es violencia de género”, dice parte del texto que compartió en redes sociales.
Mensaje oculto
Vanessa dice sentirse agradecida por las oportunidades que le ha brindado nuestro país. “Yo siempre me he sentido bien, me he sentido querida”, a pesar de ser una minoría en el Perú.
Sin embargo, se encuentra sumamente preocupada por la situación que vive nuestro país con la violencia de género. Una frase como esta solo refleja el pensamiento colectivo de una gran mayoría que se intenta erradicar. “Perú ha hecho grandes esfuerzos por combatir la violencia de género. Esto no deja de ser un retroceso, porque peruanas o venezolanas, todas somos mujeres”, asegura.
“Hay cosas con las que no se juega, y esta es una. Debajo de este mensaje subyacen muchas cosas, como violencia de género y de xenofobia”, dice Vanessa.
“Quien compra esto, apoya este mensaje, es cómplice. Poner eso denigra a cualquier mujer. Hoy pueden ser venezolanas, pero mañana colombianas, rusas, chinas. Yo no creo que a una peruana le guste usar una tanga así”, afirma.
Además, explica que la popular frase “a la orden”, tiene una connotación de respeto y solidaridad, más no de sumisión. “Para nosotros es como decir: ‘¿se te ofrece una cosa?’, o si estás bien”.