Perú / 27 de agosto de 2025
La minería ilegal de oro se expande a nueve regiones amazónicas y amenaza a comunidades y ríos del Perú


La minería ilegal de oro se consolida como una de las principales amenazas para la Amazonía peruana. Un análisis sobre la situación actual de esta problemática, presentado en el marco del evento Minería de oro en la Amazonía Peruana, ¿cómo vamos? 2025, en Lima, advierte que esta actividad ilícita ya está presente en nueve regiones amazónicas, afectando hasta 73 comunidades nativas y a más de 250 cuerpos de agua, marcando una crisis ambiental y social de escala nacional.
Durante la presentación se alertó que, en solo un año, la minería ilegal pasó de siete a nueve regiones, sumando a Cajamarca y Pasco. Madre de Dios continúa siendo el epicentro, con más de 11 500 hectáreas deforestadas en el último año. La zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata tuvo el mayor crecimiento, concentrando el 13 % de toda la minería ilegal de la región. Allí se ubica La Pampa, que antes fue símbolo de la lucha contra esta actividad y que en la actualidad se encuentra totalmente invadida. Solo en esta área se contabilizan más de 1600 dragas, un aumento del 21 % respecto a 2024, lo que refleja el fracaso de las estrategias de control aplicadas en los últimos años.
En Loreto, el río Nanay alcanzó un récord histórico de 42 dragas activas, mientras que en Huánuco se reportaron 1763 hectáreas deforestadas en un solo año, incluso dentro del Área de Conservación Privada Panguana.
Se advirtió también sobre los potenciales conflictos que puede generar el sistema de concesiones mineras a cargo del INGEMET: de las 1036 nuevas solicitudes mineras, 136 se superponen con comunidades nativas, 48 con áreas protegidas y 3 con reservas indígenas, además de 693 que coinciden con ríos y quebradas. Nuevos frentes ilegales emergen en Ucayali, Cajamarca y Pasco.
Fronteras calientes, un peligro ignorado
La presentación también evidenció que la minería ilegal ya no se limita al interior del país. Hoy se ha consolidado en las zonas de frontera, con enclaves activos en la cuenca del Chinchipe y Condorcanqui (Ecuador), en la triple frontera del Putumayo (Colombia) y en el río Madre de Dios (Bolivia). Estas “fronteras calientes” confirman la urgencia de coordinar con los países vecinos, más allá de las acciones aisladas emprendidas dentro del Perú.
“Este panorama es un claro reflejo de cómo la situación política actual —incluyendo el abandono de los espacios rurales y de frontera— ha permitido la expansión de esta actividad ilícita. En muchos casos, la minería ilegal viene mutando de un problema socioeconómico hacia una estructura de crimen organizado que erosiona no solo los cauces de los ríos y los bosques de la Amazonía, sino también las estructuras sociales y los espacios de gobernanza”, señaló Sidney Novoa, Director de SIG y Tecnologías para la Conservación de Conservación Amazónica – ACCA.
Durante el evento también se presentaron dos estudios inéditos: uno sobre el impacto de la minería ilegal en zonas prioritarias para la conservación en la Amazonía peruana y otro sobre la valorización económica de los impactos de la minería ilegal de oro en la cuenca del río nanay, que ofrecen evidencia sobre la magnitud del problema ambiental y humano en la región. Puedes acceder a los estudios aquí: https://bit.ly/EstudiosMinería_ACCA
El evento “Minería de oro en la Amazonía Peruana, ¿cómo vamos? 2025” se desarrolló en el marco del proyecto “Reduciendo el avance de la minería ilegal de oro y sus impactos en áreas prioritarias de biodiversidad, corredores de conservación y paisajes transfronterizos de Colombia, Perú y Brasil”, financiado por la Fundación Gordon y Betty Moore, con el apoyo de Conservación Amazónica – ACCA, el Colegio de Ingenieros del Perú y las organizaciones que conforman el Observatorio de Minería Ilegal.
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