Wilfredo Oscorima se aparta de la política, pero su poder en Ayacucho sigue en disputa
El gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, anunció que no participará en las elecciones presidenciales de 2026 y...

El gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, anunció que no participará en las elecciones presidenciales de 2026 y que se retira de la política activa.
“He declarado oficialmente que no voy a participar en las elecciones de 2026. Es momento de retirarse de la política, creo que he cumplido un ciclo como político en la región”, señaló.
El anuncio se produce mientras continúa la investigación fiscal en su contra por el denominado “Rolexgate”, caso en el que se indaga la entrega de relojes y joyas de lujo a la presidenta Dina Boluarte. En las elecciones regionales de 2022, Oscorima obtuvo la gobernación de Ayacucho con 138.965 votos, equivalentes al 46,79 % del total, consolidando un importante respaldo electoral en provincias como Huanta y La Mar. Ese capital político, que le permitió imponerse en varias contiendas pese a procesos judiciales en curso, es considerado ahora un “bolsón de votos” que podría ser trasladado a su entorno familiar o político.
Wilfredo Oscorima ha sido elegido tres veces gobernador de Ayacucho (2011-2014, 2015-2018 y 2023-2026), consolidándose como uno de los caudillos regionales más influyentes.
Fuentes políticas han señalado que Yuri Oscorima, hermano del actual gobernador, se perfila como posible candidato al Congreso por Alianza para el Progreso (APP), lo que abriría la posibilidad de que el clan mantenga influencia a nivel nacional.
El balance de las gestiones de Wilfredo Oscorima es objeto de debate. Entre sus partidarios se destaca la ejecución de obras de infraestructura y proyectos de inversión pública, mientras que sus críticos cuestionan la paralización de iniciativas en varias provincias y la distribución desigual de recursos. A ello se suman antecedentes judiciales, desde condenas anteriores hasta los procesos abiertos por el Ministerio Público en el marco del “Rolexgate”.
Con su decisión, Oscorima descarta una eventual participación en las elecciones generales, pero su futuro político y judicial seguirá marcado por el desarrollo de las investigaciones en curso y por el destino de la estructura electoral que lo acompañó en las últimas dos décadas.
La incógnita es si esta retirada es un punto final o apenas una pausa estratégica en la trayectoria de un caudillo regional que, entre obras, denuncias y favores, ha dejado una huella imborrable en el tablero político nacional.
La semana pasada, el Poder Judicial levantó el impedimento de salida del país contra Oscorima en una investigación por colusión agravada, cohecho y asociación ilícita, vinculada a la licitación de una carretera con Obrainsa entre 2014 y 2017.
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