Muchos piensan que la falta de dientes solo afecta la estética y la mecánica de la boca. Sin embargo, los efectos psicológicos son muchísimos. No son raras las reacciones inconscientes que manifiestan incomodidad a personas con alguna ausencia dental evidente.
Esa molestia se debe a que todos asumimos la presencia de dientes de forma natural, y aceptar que podemos perder los propios nos impacta. Lamentablemente, en esa conducta social, se perjudica la autoestima de otros. La persona afectada pierde frescura y espontaneidad, cualidades vitales para relacionarse. De ahí que termine escondiendo su boca al hablar o reír. En el tiempo, exterioriza miedo e inseguridad. Ya no reirá. Saldrá poco de casa. Hablará lo mínimo posible. Y gradualmente se apartará de las dinámicas sociales, afectando su calidad de vida. Sobre todo si son mujeres.
No todos sentirán el deterioro de su autoestima con la misma intensidad. Dependiendo del caso, la angustia que les producirá el mostrarse en público se convertirá en ansiedad. El miedo se volverá protagonista en sus vidas. La incertidumbre a exponerse a situaciones vergonzosas y la preocupación constante por el “qué dirán”, no les dejará vivir plenamente. Enseñamos a nuestros hijos a no valorar a las personas por cómo se ven. Lamentablemente, la realidad es otra. Es triste.
Quizá el mayor problema que enfrenta una persona con evidente ausencia de dientes sea la capacidad para relacionarse con libertad y comodidad en sus entornos, condiciones fundamentales para desarrollarse plenamente. Todos buscamos sentirnos apreciados en los distintos grupos a los que pertenecemos: familia, colegio, universidad, trabajo, amistades… y el desaire y rechazo nos vuelve altamente vulnerables.
La exclusión sistemática cambia el comportamiento y la forma de pensar en las personas, las margina. Nadie debería subestimar la importancia de los dientes perdidos pensando que la sonrisa es solo un pequeño detalle estético. Hay numerosos estudios que demuestran su trascendencia psicológica. Una sonrisa significa mucho. Es una de las herramientas de comunicación más antiguas que tenemos. Afianza y estrecha lazos sociales. Enriquece a quien la recibe, le genera bienestar, tranquilidad y confianza. Tal vez dure muy poco, pero su efecto dura muchísimo.
Recuperar los dientes genera un efecto cascada en la vida de las persona, es difícil creer que el sillón de dentista se convierta en una máquina de oportunidades para muchos. Emocionalmente hablando, las transforma. Se les ve más alegres y confiadas. Algo interno les regresa. Es muy difícil no percibir el cambio. Es mágico.
¿CÓMO RECUPERAR UN DIENTE PERDIDO?
Lo mejor es acudir a un especialista que te genere confianza para que te evalúe. Si visitar a un odontólogo te genera algún tipo de ansiedad, coméntale de todos tus temores, él debería estar feliz de atender a todas tus inquietudes. La tecnología odontológica a avanzado muchísimo y ningún procedimiento debería ser causa de angustia. Los resultados estéticos son asombrosos, tanto en naturalidad y luminosidad, como en resistencia.
Si tu boca es motivo de incomodidad. No esperes más. Hoy “NADIE DEBERÍA VIVIR SIN DIENTES”. Decídete y acude a un especialista.
DRA. ANDREA ALEMAN
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CIRUJANO DENTISTA – ICA
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CLÍNICA DE ICA
REFERENCIAS MÉDICAS:
http://federacionodontologicacolombiana.org/…/repercusiones…
