Dirigentas de la Red de Ollas Comunes de Lima se pronunciaron para dar a conocer la difícil situación por la que vienen atravesando desde enero pasado, ya que -denunciaron- que no reciben alimentos del Estado.
Actualmente, son más de 250 mil limeños que se alimentan diariamente gracias a las 2.400 ollas comunes que se han formado desde marzo del 2020, cuando los obligaron a encerrarse por la pandemia del Covid-19.
“En estos meses, con nuestra propia autogestión, hemos atendido a los asentamientos humanos más desfavorecidos, pero ya no podemos hacer más. Los víveres del Estado no nos llegan, no hay ayuda, por eso alzamos nuestra voz de protesta”, manifestó ayer la presidenta de la Red de Ollas Comunes de Lima, Fortunata Palomino, desde Lomas de Torre Blanca, en la zona alta de Carabayllo.
Palomino, reunida con un grupo de dirigentas de diversos distritos de Lima, lamentó que el presidente Pedro Castillo aún no haya promulgado la autógrafa de la ley que reconoce a las ollas comunes como organizaciones sociales de base, que pueden ser de carácter temporal o permanente, a fin de garantizar su financiamiento.
Y en efecto. La urgente norma duerme el sueño de los justos desde que fue aprobada el pasado 7 de abril por el Pleno del Congreso. Al día siguiente, el presidente Castillo saludó la decisión y pidió que le remitieran la autógrafa de ley para estampar su firma y eso hizo la presidenta del Congreso, Maricarmen Alva, el 12 de abril.
Sin embargo, ya han pasado 11 días y hasta el momento no se promulga. “Una hora de demora es quitarnos raciones, porque aún deberemos esperar la reglamentación de la ley para que se nos pueda asignar un presupuesto hasta que dure la pandemia”, señala Palomino.
Problema con municipios
Pero ¿por qué no les llegan alimentos a las ollas comunes? Según la regidora metropolitana de Lima Jessica Huamán, el problema radica, precisamente, en que no reciben el presupuesto directamente, ya que se sujetan al Decreto Legislativo N° 1472 aprobado en el 2020, el cual dispone que el programa Qali Warma entregue canastas de víveres a los municipios para que las distribuya a sus poblaciones vulnerables. “Debido a eso, las ollas comunes deben depender de la discrecionalidad de los alcaldes distritales para la entrega de alimentos. Allí se forma un cuello de botella”, explica la regidora que apoya a las madres de la red.
Así, bajo este mecanismo que tiene un presupuesto de 54 millones de soles este año, se viene repartiendo a los municipios diversos productos, como conservas de pescado, leche, hojuelas de avena, fideos, menestras, aceite y azúcar; esto mediante un cronograma, informó el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis). Ayer, por ejemplo, Qali Warma entregó más de 84 toneladas al municipio de Villa El Salvador.
La República