La imagen que todos conocemos del Papa Noel de Coca-Cola data de 1931. Obra del pintor Haddon Sundblom (1899-1976), este Santa blanco y sonrosado es, como muy pocos, ejemplo de publicidad efectiva y perdurable en el tiempo. Pero en ya casi un siglo que ha pasado desde su lanzamiento mucha agua ha corrido bajo el puente y mucho ha sido lo que ha cambiado la sociedad en cuanto a valores y referentes.
Teniendo eso presente y con el espíritu de ensayar con nuevos mensajes que desafíen paradigmas y lleguen a otras audiencias, Coca-Cola experimenta este año con su primer Santa Claus negro. Lo hace especialmente para el público de Brasil y el protagonista se llama Orlando. Se trata del mismo Papa Noel que el año pasado apareció en uno de sus spots, solo que ahora es tomado como figura central de la estrategia. La historia detrás del personaje es real.
Orlando fue descubierto por los publicistas de la marca en 2019 trabajando como Santa en un centro comercial de Río de Janeiro. Inmediatamente les llamó la atención por lo desafiante de la imagen y de inmediato decidieron hacer un spot para contar su historia. Tuvo tanta pegada que la marca lo invitó a ser la figura principal de la tradicional Caravana Coca-Cola, un evento que marca el inicio de la Navidad en Brasil y se realiza desde 1965.
Este año Orlando nuevamente es imagen del refresco pero esta vez como figura central de la campaña y en una ilustración al mismo estilo retro que evoca a la iconografía clásica de la marca. Veremos si el año próximo el espíritu navideño iconoclasta de esta y otras marcas sigue creciendo para incluir más.