Argentina estuvo hoy paralizada. No circularon buses, trenes, aviones ni barcos. En la capital Buenos Aires, donde viven 15 millones de personas, tampoco funcionó el metro. Las escuelas, comercios y bancos no abrieron y los hospitales atendieron sólo las urgencias.
Es la quinta huelga general contra Mauricio Macri. El presidente no sólo padece la presión de la calle. La caída de su popularidad activó reclamos intestinos en Cambiemos, la alianza de Gobierno, de grupos que no creen que Macri sea la mejor opción para disputar las elecciones generales de octubre.
El paro nacional fue convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de Trabajadores de Argentina (CTA). En varios puntos de la capital se organizaron ollas populares para llamar la atención sobre la pobreza, que alcanza a 32% de la población.
El índice de desempleo cerró el 2018 en 9,1%. Según los sindicatos, en los últimos tres años se han perdido más de 290.000 puestos de trabajo en este país de 44 millones de habitantes.
Se trata de la quinta huelga general que enfrenta Macri desde que asumió la presidencia en diciembre del 2015 con la coalición de centro-derecha Cambiemos.
Argentina entró en recesión en el 2018, tras dos corridas cambiarias que desataron la inflación y llevaron al gobierno de Macri a pactar un auxilio de 56.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional.
A cambio, Argentina se comprometió a conseguir el equilibrio fiscal en el 2019 y superávit en el 2020 con un duro plan de ajuste. Sergio Palazzo, dirigente del sindicato de empleados bancarios, aseguró que la huelga «es un llamado de atención para que, venga el gobierno que venga, no seamos el furgón de cola del FMI».
Macri ha venido descendiendo en las encuestas para las elecciones de octubre, mientras mejora la imagen de la ex mandataria Cristina Kirchner, sometida a una docena de causas judiciales por corrupción y quien finalmente decidió no optar por la presidencia sino acompañar en la fórmula a su ex jefe de gabinete Alberto Fernández, por el peronismo de izquierda.
Fuente: AFP