El caso de Emilia Mamani Coaquira, madre de ocho niños, ha provocado serios cuestionamientos entre los agentes de la Policía Nacional y el fiscal encargado del caso. Al respecto, el general PNP del Frente Policial de Puno, Marco Lara Vergara, aseguró que los agentes del puesto de Juliaca actuaron sin criterio.
Previo al pronunciamiento del alto mando en Puno, agentes de la Comisaria de la Familia de Juliaca pidieron disculpas públicas a Emilia Mamani, quien estuvo enmarrocada junto a su bebé en la dependencia sectorial de dicha ciudad.
Al respecto, la comisaria de Familia, alférez PNP Julia Andrade, aclaró que el caso se registró en otra dependencia; sin embargo, ellos como policías también se encuentran indignados por lo ocurrido. Además, a nombre del jefe de la Región Policial de Puno, coronel PNP Luis Cotrina, le entregaron varias bolsas de víveres.
El fiscal Ernesto Rojas Cayllahua tenía conocimiento de la detención; no obstante, no se constituyó al lugar de los hechos. Solo el último miércoles, tras hacerse público, recién le tomó una entrevista virtual y dispuso su libertad a condición de que se presente a las diligencias que se disponga.
Detenida por tres días
Emilia Mamani permaneció detenida y esposada a una silla metálica dentro del puesto policial del Terminal Terrestre de la ciudad de Juliaca, desde el lunes 16 de noviembre hasta la tarde del miércoles.
Llegó a la dependencia policial el lunes en la tarde luego de que su pareja, Segundino Huayapa Hancco, la acusara de agresión. Según la mujer, sí se enfrentó con el padre de su hijo y alegó que hubo agresión mutua.
La madre de familia, quien se gana la vida como comerciante ambulante, tiene un hijo de un año. Pese a estas circunstancias, el personal policial la mantuvo esposada a una silla metálica por casi tres días, lo que le impedía acudir a los servicios higiénicos, alimentar a su bebé e incluso no pudo comer.