El Papa León XIV y su paso por Trujillo donde vivió 10 años
El nuevo Papa, León XIV, emocionó al mundo desde el balcón de San Pedro al interrumpir sus primeras palabras en italiano para saludar en español y emocionar a todo un…

El nuevo Papa, León XIV, emocionó al mundo desde el balcón de San Pedro al interrumpir sus primeras palabras en italiano para saludar en español y emocionar a todo un país: “Si me permiten también una palabra, un saludo a todos aquellos de modo particular a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, compartido su fe y ha dado tanto para seguir siendo iglesia fiel de Jesucristo”.

Esta es la Casa Comunidad Santo Tomás de Villanova en Trujillo donde el papa León XIV vivió 10 años.
Un Papa de raíces ecuatorianas
Robert Prevost, hoy el Papa León XIV, nació en Chicago en 1955, hijo de madre ecuatoriana y padre de raíces franco-italianas. Llegó al Perú como misionero en 1985. Su primer destino fue Chulucanas, pero fue en Trujillo y Chiclayo donde su entrega pastoral echó raíces profundas. En 2015, ya nacionalizado peruano, fue nombrado obispo de Chiclayo, donde ejerció un liderazgo cercano y comprometido.

Antes de convertirse en el santo padre, junto al grupo juvenil Jax Trujillo en la parroquia Nuestra señora de Monserrate que él fundó.
Vivió en Trujillo una década, fundó dos parroquias
En Trujillo, entre 1988 y 1999, lideró la formación de aspirantes agustinos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac. Fue prior de comunidad, maestro de profesos y director de formación. También sirvió como vicario judicial de la arquidiócesis, profesor de Derecho Canónico y Moral en el Seminario Mayor, director de estudios y rector encargado, dejando una huella imborrable en la formación sacerdotal del norte del Perú. Vivió en el convento Santo Tomás de Villanueva.

Esta es la habitación que ocupó Robert Prevost, hpy el Papa León XIV, durante sus años en Trujillo.
Su legado pastoral en Trujillo también se expresa en la fundación de dos parroquias urbanas: Nuestra Señora de Monserrat, en Monserrate, y Santa Rita de Casia, en Santa María. Más allá de los templos físicos, construyó comunidad viva, escuchando con humildad y guiando con sabiduría a familias enteras en tiempos de esperanza y dificultad.

El escritorio de Robert Prevost en Trujillo antes de convertirse en el sumo pontífice.
Chiclayo, en el corazón de León XIV
En Chiclayo fue más que un obispo: fue pastor de calle, atento al dolor social y espiritual de su pueblo. Afrontó crisis con firmeza, como el escándalo del Sodalicio, y asumió encargos difíciles, como la administración del Callao. Su compromiso con los pobres y los olvidados lo hizo una figura respetada dentro y fuera de la Iglesia.

Junto al monseñor Miguel Cabrejos Vidarte.
Su elección como Papa, lograda en apenas cuatro votaciones, refleja el reconocimiento a su vida de fe profunda, diálogo y servicio. León XIV es el primer Papa estadounidense, pero también el primero que habla al mundo con el corazón peruano. Su saludo a Chiclayo no fue un gesto formal, sino una expresión de amor genuino por su pueblo.

Perú marcó el camino de Robert Prevost, el papa León XIV.
Hoy, el Perú celebra a uno de los suyos convertido en guía universal. Desde los barrios de Trujillo hasta los campos de Lambayeque, se eleva la gratitud por un pastor que sembró humildad, verdad y esperanza.
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