Familias del Vraem fortalecen la acuicultura con la crianza de más de 73 mil truchas en Pangoa y Andamarca
En comunidades de las provincias de Satipo y Concepción, en Junín, 22 familias han encontrado en la producción...

En comunidades de las provincias de Satipo y Concepción, en Junín, 22 familias han encontrado en la producción de truchas una fuente estable de ingresos y una oportunidad para diversificar su economía. La reciente entrega de más de 73 mil alevinos fortalece esta actividad acuícola que crece con éxito en las localidades de La Florida de Ajospampa y Canaán (Pangoa), y Santa Rosa de Cullpapata (Andamarca).
Crecimiento sostenido de la producción acuícola
El avance de esta iniciativa responde a los buenos resultados obtenidos el año anterior, cuando se sembraron 52 800 alevinos. Este año, la cifra se incrementó a 73 800, consolidando el compromiso de las familias participantes. Los peces se cultivan en 1 230 metros cúbicos de espejo de agua, con acompañamiento técnico especializado que asegura un manejo eficiente y sostenible.
La Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) impulsa este esfuerzo como parte de su estrategia de Desarrollo Alternativo Integral y Sostenible, que busca promover actividades lícitas y con valor agregado en zonas rurales. Su apoyo ha permitido que las familias fortalezcan sus capacidades productivas y mejoren sus condiciones de vida.
Actividades sostenibles frente a economías ilegales
Las familias beneficiarias reciben alimentos balanceados para las distintas etapas de crecimiento, así como materiales y equipos básicos para el manejo de los estanques, entre ellos redes y herramientas especializadas. Además, cuentan con asistencia técnica permanente mediante escuelas de campo y visitas personalizadas que acompañan cada fase del proceso.

Este tipo de intervenciones contribuye a reducir la dependencia de economías ilegales vinculadas al narcotráfico, generando opciones viables para el desarrollo local y la seguridad alimentaria en el Vraem.
Innovación para una producción continua
Un componente clave del proyecto es la sala de reencubación de ovas implementada por Devida, donde se incuban las ovas hasta obtener alevinos de alta calidad. Esta infraestructura garantiza la continuidad del ciclo productivo y la sostenibilidad del sistema acuícola.
Los productores reconocen el impacto positivo de esta experiencia. “Antes no conocíamos mucho sobre el manejo de truchas, lo hacíamos como podíamos, pero ahora, con la asistencia de Devida, hemos aprendido a producir de manera ordenada y rentable. Con esta actividad, mi familia tiene una nueva fuente de ingresos y queremos seguir creciendo”, comentó Edén Mendoza Padilla, de la comunidad de Ajospampa.
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