Aiden Adkins, de Carson City, trozaba madera con una sierra con el fin de hacer un obsequio para su novia, cuando de repente creyó ver un pedazo de madera volando por los aires, el cual resultó ser su dedo pulgar.
Inmediatamente, el joven fue derivado a un hospital, donde los doctores le dieron cuatro horas para que traiga el dedo cortado o de lo contrario ya no podrían volver a ponérselo. La familia del muchacho no pudo encontrar dicha parte hasta la fecha, según informa Daily Mail.
Los médicos se vieron obligados a coser la mano de Adkins sin el dedo faltante, aunque le ofrecieron reemplazarlo por uno de los dedos de sus pies. Él lo pensó por algunos meses y, teniendo en cuenta su pasión por el tiro al blanco y sus ganas de trabajar en taxidermia, decidió aceptar la propuesta. La operación se llevó a cabo en agosto sin mayores problemas.
Una semana después de la intervención, el muchacho no pudo contener su alegría por su nuevo dedo. “¡Finalmente puedo dar un pulgar arriba de nuevo! ¡A los doctores les gusta como se ve!”, manifestó.
“Su dedo se dobla y se estira bastante bien. Es el mayor movimiento que he visto luego de una transferencia de este tipo”, afirmó Kelly Nye, terapeuta ocupacional de Adkins, a la WKRN. Ella considera que este es un caso de éxito en comparación con cirugías similares.
