Cuatro integrantes de una columna remanente de Sendero Luminoso, un policía y un soldado murieron durante un enfrentamiento entre los terroristas y patrullas integradas por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en la selva ayacuchana del distrito de Anchihuay, provincia de La Mar, zona del Valle de los Ríos Apurímac Ene y Mantaro (Vraem), informó la Policía.
Los terroristas fueron identificados como el camarada Cirilo, quien lideraba la columna, y sus huestes Roger, Wilmer y Alejandro. Ellos formaban parte del clan de los Quispe Palomino y cuando fueron abatidos brindaban seguridad al traslado de droga.
Producto del enfrentamiento también falleció Cristian Ruiz Flores, efectivo de la Policía Nacional y Cristian Ángel Gómez, soldado reenganchado del Ejército peruano, quienes integraban la patrulla de las fuerzas combinadas. En la intervención se recuperaron fusiles Galil y pertrechos militares.
Pedro Yaranga, analista en seguridad estratégica y especialista en temas de narcotráfico, dijo a RPP que la columna senderista venía operando en la zona desde hace más de un año.
El especialista agregó que los primeros meses de la pandemia del nuevo coronavirus, el costo de la hoja de coca cayó hasta su mínimo nivel, pues la arroba llegó a costar menos de 30 soles, que no permitía pagar la mitad de una jornada de trabajo.
Sin embargo, durante los últimos días el narcotráfico se reactivó nuevamente y esta saliendo a diferentes lugares del Vraem. Según Yaranga, el mayor tráfico ocurre hacia la selva del Cusco, donde se ha activado pistas clandestinas colindantes con el distrito de Megantoni, y en Oxapamapa con un centenar de pistas clandestinas.
Yaranga puntualizó, también, que la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) no ejecutó ningún trabajo de amortiguamiento durante la pandemia en el sector del VRAEM.
