La banda presidencial es utilizada solo por el jefe de Estado en el ejercicio de sus funciones. Sin embargo, un hecho aberrante y antipatriótico ocurrió en Junín, donde el prefecto de esa región se atrevió a usurpar este distintivo. Se trata de Brangil Mateo Blas, quien también ha sido señalado de pertenecer al Comité Nacional de Reorientación y Reconstitución (Conare), ahora Federación Nacional de Trabajadores en la Educación (Fenatep), sindicato vinculado a la organización terrorista Sendero Luminoso.
El especialista en protocolo, Carlos Tenicela Ninamango, observó que Brangil Mateo Blas usó de manera indebida la banda presidencial durante tres actos oficiales en Junín. Debido a esta evidente violación a la ley, protestó ante Policía Nacional para que detengan a este sujeto. Sin embargo, su reclamo no tuvo respaldo. Es ahí que tuvo que recurrir a la Primera Fiscalía Penal Corporativa de Huancayo para presentar la denuncia penal contra Mateo.
“El delito que ha cometido es una violación al artículo N° 362 del Código Penal, que refiere que, él que públicamente, ostenta insignias o distintivos de una función o cargo que no ejerce o se arroga grado académico, título profesional u honores que no le corresponden, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de un año (..) ha usado (el prefecto) la banda presidencial, ha cometido un delito penal” refirió el también comunicador social.
VINCULADO AL MOVADEF
Según un informe de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote), presentado ante la Comisión de Educación del Congreso en 2017, Brangil Juan Mateo Blas fue señalado como integrante del Comité Nacional de Reorientación y Reconstitución (Conare), sindicato vinculado a la organización terrorista Sendero Luminoso.
A este sujeto se le acusó de ser uno de los responsables de los actos de violencia durante la toma de carreteras en las regiones Junín y Moquegua en el marco de la huelga nacional de profesores que lideró el actual presidente Pedro Castillo en 2017.
Por esa razón, el Ministerio del Interior lo denunció ante la Fiscalía Especializada contra el Crimen Organizado por ser parte de una presunta organización criminal denominada ‘Los Protestantes del Sur’, cuyo cabecilla era Castillo.
Precisamente, en los primeros meses de este gobierno, Mateo era un asiduo visitante del jefe de Estado.