Mucho se habla del impacto negativo que puede tener la inmigración de los venezolanos al Perú, tanto económicamente como en términos laborales, entre otros.
Las redes sociales por su parte generan desinformación bajo el criterio de la falta de literatura académica en temas como estos (se explayan sin fuente y generan desinformación en los lectores), así mismo hay pronunciamientos totalmente erróneos de congresistas de la república.
Veamos, «Los venezolanos le están quitando trabajo a los Peruanos«. Es una critica totalmente errónea pensar en esto, pues la hipótesis han sido puestas a prueba por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2005), en los estudios de Hotchills y Quispe-Agnoki (2008), Butcher y Card (1991) y así mismo por muchos académicos más que han estudiado este fenómenos en distintas partes del Mundo.
La conclusión que se llega en aspectos generales es que, macroeconomicamente hablando, el impacto que puede tener la inmigración en el empleo del país receptor y sobre eso la remuneración en el trabajo, es escaso, es decir, no tiene incidencia en afirmar algo como «La inmigración quita trabajo a otros«
Ahora, el venezolano llega al Perú en un escenario mucho más complejo, donde los motivos básicos de la migración (buscar mejor salario, mayor seguridad laboral, mejores servicios básicos de calidad, en general, mejor calidad de vida). El venezolano llega al Perú por sufrir un escenario de precariedad total en su país natal, azotado por una crisis económica sin precedente.
Doctores, Ingenieros, Gerentes. Llegan al Perú a ingeniárselas (ojo, recuerden esta palabra) para poder sobresalir y tratar de ayudar a su familia salir de su Venezuela en ruinas. No olvidemos que el venezolano está acostumbrado a tener mejor calidad de vida que el Peruano.
Los venezolanos llegan con una mentalidad mucho más desarrollada, llegan con nuevas ideas, nuevas habilidades, bajo un concepto de formalidad empresarial mayor a la de un Peruano. Llegan con las ganas de emprender, en un país donde es necesario esa habilidad.
Sin lugar a duda, todo eso genera un benéfico económico para el País. El Perú es un país que necesita innovación, necesita mejor calidad de recurso humano para la mejora de procesos. He ahí, donde en vez de criticar al venezolano, deberíamos tomar las buenas practicas y su capacidad tan acelerada de una inducción y transición en un país nuevo.
