El pasado viernes, un grupo de 120 migrantes indocumentados fue trasladado en buses del Ejército Peruano desde la frontera con Chile hasta dos albergues en la ciudad chilena de Arica. Estos migrantes permanecerán en los albergues hasta el domingo, cuando aborden un vuelo humanitario que los regresará a Venezuela.
Esta situación se produce después de que cientos de venezolanos que habían migrado a Chile decidieron abandonar el país debido a la dificultad para encontrar empleo estando indocumentados. Los migrantes se trasladaron hacia la frontera con Perú con la intención de ingresar a este país y continuar con su camino de retorno a Venezuela o hacia otro país donde tienen familiares.
Sin embargo, el ingreso al Perú fue imposible por la falta de documentos. Desde entonces, muchos de ellos han estado pernoctando en la línea fronteriza esperando ingresar. Algunos han logrado ingresar de manera irregular a través del desierto o por la noche. Practicamente han burlando los controles de seguridad hasta con la ayuda de carabineros chilenos. Pero desde hace una semana, el gobierno peruano declaró o en emergencia. El personal del Ejército se ha trasladado a la zona para reforzar el control del paso hacia ese país.
Los vuelos humanitarios para el retorno de venezolanos y otros extranjeros a su país
En los últimos días, los migrantes extranjeros, principalmente venezolanos, también colombianos y haitianos hicieron serie de bloqueos. Se reportó bloqueos varias veces la carretera que une a Perú y Chile e incluso se han enfrentado a la policía peruana.
Ante esta situación, los gobiernos de ambos países acordaron el inicio de vuelos humanitarios para trasladar a los venezolanos a su país. El vuelo humanitario partirá a las 4:00 a.m. (hora peruana) desde el Aeropuerto Internacional de Arica y realizará una escala en Lima. Aunque la salida del vuelo humanitario es una buena noticia, el número de carpas en el que pernoctan los extranjeros en la frontera no ha disminuido. Alrededor de 300 migrantes continúan en el lugar y el número podría aumentar.
Entre el grupo de migrantes, hay cerca de 80 niños. Ellos se alimentan del apoyo de organizaciones internacionales, ONG y de lo que algunos ciudadanos les dan.
Para mantener la seguridad e impedir el ingreso de migrantes sin documentos en regla al territorio nacional, el gobierno peruano ha instalado un total de 20 puestos fijos de vigilancia en la zona de frontera sur en Tacna. Desde hace una semana, un total de 450 efectivos pertenecientes a diferentes regiones y unidades policiales han sido desplegados en la zona fronteriza con Chile. La Unidad de Servicios Especiales (USE) de Arequipa, Moquegua y Tacna, así como la Dirección Nacional de Operaciones Policiales (Dinoes) de Lima, tienen efectivos en la zona. También hay personal de Migraciones y miembros de las Fuerzas Armadas en la zona.