Ica: advierten que correrá sangre por el control de la mina Sol de Oro en Nasca
Se desata conflicto por el control de la mina Sol de Oro en Nasca. Se registran amenazas de muerte y denuncias de extorsión.
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La disputa por el control de la mina Sol de Oro, ubicada a 30 minutos de Nasca, ha escalado a un punto crítico con amenazas de muerte y denuncias de extorsión. Según las declaraciones de los afectados, la falta de intervención de las autoridades podría derivar en un baño de sangre si no se toman medidas urgentes para frenar el conflicto.
El minero artesanal Ítalo Contreras Ricse, de 41 años, quien trabaja en la mina desde 2007 tras un acuerdo con el titular de la concesión, Domingo Loconi Serquén, denunció que está siendo amenazado con armas de fuego para que abandone la zona. Según el parte policial, el 21 de febrero, cuatro sujetos armados llegaron a la mina en una Toyota Hilux negra, amenazaron al vigilante David Moisés Castor Sánchez, de 23 años, y le advirtieron que si él y su equipo no se retiraban, les dispararían y quemarían todo.
Contreras denunció a Loconi Serquén por extorsión, señalando que la reciente amenaza es parte de un intento por despojarlo de la mina. Sin embargo, la comisaría de Nasca no ha intervenido y esto le ha generado indignación, además temor entre los trabajadores. En declaraciones públicas, han advertido que, si la policía no actúa, el enfrentamiento podría derivar en una tragedia con víctimas fatales.
Policía actúa en contra del denunciante según su abogado
El abogado Julio Pazos, defensor de Contreras, denunció que las autoridades no solo han ignorado la amenaza, sino que han actuado en contra de su cliente. El 18 de febrero, días antes de la intimidación armada, agentes de la Unidad de Investigaciones Policiales de Nasca intervinieron cinco camiones cargados de mineral y detuvieron a los conductores, pese a que tenían documentación legal como Reinfo, guías de remisión y permisos vigentes.
Pazos explicó que su cliente tenía un contrato con Loconi y ha cumplido con el pago de regalías, transporte y planillas. No obstante, Loconi lo denunció por hurto, acusación que el abogado considera infundada, ya que el mineral pertenece al Estado y solo puede ser explotado bajo concesión.
El conflicto sigue aumentando de intensidad. Los trabajadores de la mina han advertido que si la policía no interviene, la situación podría desencadenar un enfrentamiento violento. “Si no hacen algo pronto, aquí va a correr sangre”, habrían afirmado algunos afectados.