Un dramático incidente en un fundo agrícola de Salas Guadalupe en Ica, ha dejado a un hombre de 51 años, Pablo Arango Paraguay, enfrentando una devastadora pérdida de visión. Arango, quien trabajaba como regador en el Fundo Luzmila de la empresa RVR AGRO S.R.L., ubicado en la carretera Panamericana Sur, vivió un traumático accidente laboral el 21 de agosto de 2023.
Mientras realizaba sus tareas cotidianas, una manguera liberó un poderoso chorro de agua a alta presión que impactó directamente en sus ojos. A pesar del inmediato malestar y lagrimeo, Arango continuó trabajando hasta la tarde. En los días siguientes, los síntomas empeoraron con inflamación y ardor en los ojos.
Testimonio del grave accidente
En una valiente declaración, Arango compartió su experiencia: «Estábamos en el campo regando cerca del mediodía y nos avisaron de cambios. En un accidente, el agua a presión me alcanzó, pero seguí trabajando hasta las 5 de la tarde. Al día siguiente, martes, ya me molestaban los ojos, pero cumplí mi jornada. El miércoles le dije al supervisor que solo trabajaría hasta la 1 de la tarde porque tenía problemas de visión. Él insistió en que todos trabajan hasta las 5, pero finalmente aceptó que me fuera a casa».
La pesadilla de Arango no terminó ahí. Esa noche, experimentó vómitos y otros malestares antes de quedarse dormido. Sin embargo, al despertar a las 4:00 a. m. del 24 de agosto, se dio cuenta de que había perdido por completo la visión. Gritando de pánico en su hogar, clamó: «No puedo ver».
Su familia lo llevó de urgencia al Hospital EsSalud Augusto Hernández Mendoza, donde los especialistas en oftalmología y neurología comenzaron a abordar su caso con un tratamiento que incluía tiamina y piridoxina. A pesar de ser dado de alta el 29 de agosto, los problemas en su visión persistieron, lo que lleva a la sospecha de trastornos en el nervio óptico, las vías ópticas y otros aspectos relacionados con su salud visual.
Denuncia al Fundo Luzmila de RVR AGRO S.R.L. en Ica
La falta de apoyo de la empresa Fundo Luzmila ante esta grave situación llevó a Arango a tomar medidas adicionales. El 5 de septiembre, acompañado de su familia, presentó una denuncia ante la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil). En su denuncia, Arango alegó que trabajaba bajo el régimen laboral del Decreto Legislativo 728 y que nunca recibió boletas de pago por sus labores.
Han pasado más de tres semanas desde el incidente, y la empresa se ha negado a asumir responsabilidad alguna, a pesar de la ceguera de Arango y el temor de que su salud visual empeore. Ahora, Arango clama por la intervención de las autoridades fiscalizadoras para buscar justicia y respuestas ante esta trágica situación.