La justicia es cada vez más estricta en defensa de los niños. En Ica, el Poder Judicial confirmo una sentencia condenatoria contra una madre que descuidó a su menor hija a tal punto de estar desnutrida. La niña de 10 años de edad tenía hongos y piojos en el cuero cabelludo.
Se trata de la mamá Berenice de Fatima Sanguineti Dominguez. Su caso fue investigado por el Ministerio Público y se defendió con un abogado. La Sala Penal de Apelaciones de Pisco y Chincha (región Ica), le confirmaron la sentencia de dos años de cárcel con carácter de suspensión.
Según informó el portal de análisis legal laley.pe, el caso se originó como un proceso de variación de tenencia de la niña donde el papá ganó, sin embargo el estado físico y psicológico de su niña llamó la atención y el caso pasó al ámbito penal.
La niña presentaba desnutrición severa, descuido por falta de higiene, piojos y hongos en el cuero cabelludo. Además de afecciones de la piel y otros problemas médicos como gingivitis y pulpitis. El peso de la niña era de 22 kilos.
El Ministerio Público de Ica tuvo que recurrir al Artículo 125 del Código Penal que refiere sobre la Exposición o abandono peligrosos. La ley indica que si alguien bajo su protección abandona a una menor de edad o una persona vulnerable debe recibir prisión entre 1 y 4 años.
Los jueces que analizaron el caso determinaron que la conducto de la mamá fue delictiva de acuerdo a los elementos descriptivos. Ella a través de su abogado rechazó las acusaciones con el argumento de que no se señaló cuando sucedieron los hechos. También despreció los informes médicos y que mejor se debe ver la enemistad con el papá.
Como era de esperarse el Poder Judicial de Ica valoró más las pruebas médicas y sobretodo la declaración de la misma niña. Lo que dijo la menor en su testimonio tuvo mayor relevancia al cumplir con los requisitos de credibilidad.
Declaraciones de la niña en Ica
«Cuando vivía con mi mamá en Ica me picaba mucho mi cabeza, me dolía mucho mi diente, me salió un grano con pus y no veía muy bien. Yo le decía a mi mamá que me picaba mi cabeza y que me dolía el diente, ella decía que me llevaría al doctor, pero no lo hacía».
«Mi mamá no trabajaba cuando vivía conmigo. Yo me enferme de bronquitis, me resfriaba mucho, me dio conjuntivitis, también tenía alergias, pero mi mamá iba a la farmacia a comprarme pastillas, pero no me llevaba al doctor».
«Mi mamá me trataba mal porque me pegaba, me gritaba y era tosca conmigo porque me empujaba, ella me pegaba porque decía que no hacia rápido la tarea y era porque no podía ver bien porque no tenía mis lentes, tampoco me tenía paciencia, por ello me pegaba».
«Cuando vi a mi papá, me abrazo y cuando me fui con él. Me llevó al doctor y me dijo que tenía problemas de la vista, de los dientes, rinitis alérgica y principios de asma (…) Me hicieron mi tratamiento y ahora ya estoy sana. Cada seis meses voy a hacerme mi control a la vista. No veo a mi mamá hace ya dos años».