Con dolor, Mariela Solís confirmó que el cadáver encontrado en un camino abandonado en Villa Elisa era el de su hermana y acusó al novio de ella de haberla asesinado. «Mi ilusión era encontrarla viva», dijo la hermana de Gissella Solís, que apuntó contra Abel Casimiro Campos. «Este desgraciado mató a mi hermana», dijo en referencia a la pareja de la odontóloga, que se suicidó cuando estaba por ser detenido.
El cadáver estaba enterrado y envuelto en sábanas a 40 centímetros de profundidad cerca de la bajada de la autopista a la altura de Villa Elisa. Por ese mismo lugar había circulado con su camioneta el único sospechoso que tuvo la causa.
Justamente los investigadores llegaron a la zona después de analizar las filmaciones del recorrido que hizo Campos. Las sábanas en las que estaba envuelto el cuerpo fueron el segundo indicio que anticipó el trágico desenlace: eran las mismas que faltaban en la casa de odontóloga, que estaba desaparecida desde el 16 de enero.
«Encontramos a Gisella, gracias por acompañarnos. Mi ilusión era hallarla viva pero la encontré muerta. Este desgraciado mató a mi hermana y ha desmembrado a mi familia», se lamentó. «Pedí ayuda divina para encontrarla y la encontré muerta. Yo les pedí que me acompañen, pero por favor, a partir de ahora no me acompañen. Esto es un duelo y lo queremos transitar en familia», pidió a la prensa, antes de retirarse del lugar. La mujer agradeció el trabajo de la policía y la fiscal Ana Medina y consideró que hicieron una buena labor.
Qué dicen los primeros resultados de la autopsia al cuerpo de la odontóloga
Según detalla el informe que llegó al escritorio de la fiscal Ana Medina, el cuerpo no presenta lesiones de ataque ni de defensa. Además, aclara que no se encontraron signos de asfixia, como había trascendido apenas fue hallado el cadáver esta mañana al costado de la ruta provincial 19, a unos 2 kilómetros de la autopista Buenos Aires – La Plata. Sin embargo, esto no descarta que la odontóloga haya sido asfixiada con algo que no dejó marcas en el cuerpo.
El femicida Abel Casimiro Campos (55) enterró el cuerpo de Gisella Solis Calle (47)en el llamado “camino negro”. Fue el 16 de enero al mediodía. La envolvió en sus sábanas y la ató de pies.Llegó y se fue en su camioneta Nissan X-Terra. Toma fuerza la hipótesis de que la envenenó pic.twitter.com/9ypmAAWcl2
— Fernando Tocho (@nandotocho) 29 de enero de 2019
Es por esto que el documento elaborado por los especialistas aclara que se tomaron muestras de vías aéreas para poder determinar fehacientemente si existió o no el ahogamiento. Con estudios de laboratorio pueden determinar si hubo algún colapso en los alveolos (cavidad situada al final de los bronquios) típico en casos de asfixia.
Los forenses no encontraron contenido gástrico, es decir que no había nada en el estómago de la odontóloga. Es por esto que se deberán realizar otro tipo de estudios toxicológicos para determinar si sufrió un envenenamiento.
El cuerpo llegó a las 14 al lugar donde se realizó la autopsia, sin embargo se debió aguardar dos horas a que el cuerpo se enfríe para poder comenzar a realizar el estudio. Las altas temperaturas registradas en los últimos días dificultó el trabajo.
En otro tramo del peritaje sobre el cuerpo se detalla el estado de descomposición de los órganos. Según datos de la investigación, Calle fue asesinada y enterrada el mismo miércoles de su desaparición, es decir, hace 14 días. Se especifica que se encontró «fauna cadavérica», es decir bichos y microbios propios del lugar en el cual fue enterrado el cadáver.