“Que robe pero que haga obras”, sentimiento que al parecer con el pasar de los años se homogeniza en la población, esto se vuelve más común escuchar por las calles, la población comienza a percibirlo como algo normal, significa que tentar a un puesto en las elecciones, ganarlo y lucrar, será mucho más fácil.
Si la población de por sí ya se encuentra con este pensamiento tan deteriorado y conformista, será un camino más que libre para la autoridad elegida, total, “harán obras” así que todos felices.
Las últimas declaraciones de Marcelo Odebrecht del pasado 9 de Noviembre y en general toda la investigación que suscitó durante todo el proceso de Lava Jato referente a las autoridades Peruanas, nos deja más que un simple mal sabor de boca.
Ollanta Humala, preso. Alejandro Toledo, buscado por la justicia. Alan García y Keiko Fujimori , involucrados en donaciones gigantes para sus campañas presidenciales.
Analizando periodo por periodo de todos los líderes presidenciales hoy por hoy involucrados en ruidos de corrupciones, nos muestra un escenario mucho más aterrador, pues cada gobierno de turno tuvo muchos casos de corrupción entre los que más destacados y comunes son de malversación de fondos.
En un entorno más regional, tenemos presidentes regionales presos, presidentes regionales en procesos judiciales.
Así mismo según el procurador anticorrupción, la corrupción se ha instalado en los municipios, pues cerca del 90% de los alcaldes municipales y provinciales son investigados por malversación de fondos, negociación incompatible y colusión.
No dejemos de lado, que según las nuevas declaraciones de Marcelo Odebrecht también involucra al actual presidente Pedro Pablo Kuczynski, entonces la pregunta del día de hoy:
¿Qué nos hace falta para parar con toda esta lacra que daña en general a toda la población y más énfasis a la población más necesitada?
Si bien parte de la culpa la tiene la población porque en ella está la decisión de que cada uno de estos señores llegue a los asientos correspondientes, también es parte del círculo virtuoso de toda la administración pública y hasta de la misma actividad privada.
Todos tenemos la culpa, todos aportamos hacia la corrupción, vivimos con corrupción día tras día, es momento de buscar las soluciones, el último informe del Banco Mundial: Doing Bussines, nos coloca en los últimos puestos en el aspecto de “Institucionalidad”, esto significa básicamente que la percepción que se tiene de nuestras entidades públicas es muy baja, débiles en tomas de decisión frente a la corrupción, baja aceptación de la población nacional e internacional.
Sin lugar a duda es el primero punto que debemos mejorar, hipotéticamente la población puede llegar al punto de que se canse de la corrupción y trate de darle un cambio total a esto. Por el otro lado tenemos las instituciones totalmente corrompidas por los grandes empresarios y por las grandes autoridades que van a velar por la tranquilidad de ellos, que por la tranquilidad de la sociedad, de los más necesitados.
Perú avanza, la corrupción también, la delincuencia también, debemos parar esto, nace de nosotros mismos, exijamos y promovamos más transparencia en los procesos electorales, he ahí el punto de partido, no es un camino corto, sin duda es el camino más largo que tenemos por delante.
Estamos creciendo economicamente a un ritmo muy bueno en la región, que sería del País con índices mucho más bajos de corrupción. Es hora de que Perú clasifique al grupo de los grandes países, tenemos un talón de Aquiles: “La corrupción”. ¡Acabemos con ella!
