Opinión: Alguien dígale al presidente que no es «presidente»

Claro, adoptar perritos lo hace admirable a José Jerí, porque si lo sacan de la presidencia, nosotros seremos los malos, porque dejaríamos a los perritos sin Palacio de Gobierno.

Claramente, José Jerí ha tomado de facto la presidencia de la república con ganas de figurar políticamente, venderse como el mesías salvador de nuestra crisis, y vaya que lo está intentando. Pero lástima que es un actor, simple imitador del presidente Nayib Bukele. La gente está diciendo que no importa que se copie de Nayib, con tal que trabaje. Pero ¿De un tipo sin personalidad? claramente es una pantomima: todo está perramente mal calculado y armado para Jerí. ¿Adoptando perritos? ¿Cargando al Señor de Los Milagros?

Lamentablemente podría vaticinar su fracaso (funenme después si me equivoco), pero es claro que alguien que no tiene personalidad no tiene futuro. Un presidente no solo es quien se hace el bonito, sino quien realmente debe ser bueno. A estas alturas cualquier cojudo puede ser presidente. Ese cargo tan respetable, de alto nivel, máximo nivel del país, ya no vale nada. Es tan irrespetable este señor, que hasta yo me tomo la libertad de insultarlo.

Viene este payaso con su asesor de imagen a vendernos que es el mesías, armando videos de TikTok, armando las fotos, carajeando a los fotógrafos para que salga bien “el presidente acusado de violación”. El mismo que, como congresista, defendía leyes a favor de los criminales. Y ahora viene con el cuento de que le declara la guerra a los delincuentes.

Me voy a adelantar en decir que va a ser un fracaso este gobierno corto de Jerí, y será su sepultura política. Ya desde el 2011 o 2012 los presidentes han intentado declarar emergencia a Lima y Callao para luchar contra la delincuencia, incluso con militares limitados a mostrar sus pistolas para las fotos. Pero no ha dado resultado. Si algo no funciona, no funciona. ¿Por qué lo haría diferente un tipo sin personalidad? ¿Solo porque tiene el poder?

El presidente tiene el poder de hacer muchas cosas, incluso de pedir que le lleven un dinosaurio frente a Palacio. Eso no lo hace admirable, lo hace tonto. El punto es que debería haber alguien que le diga al presidente que, en realidad, no es presidente.

Para ser presidente, tienes que ser elegido como presidente, por una mayoría, incluso mínima, por la ciudadanía. El pueblo elige al presidente, aunque nos pongan en bandeja a desgraciados. Es respetable ver a un presidente por la calle y saludarlo porque ganó una elección con mérito. Pero no podría saludar a un NN con indicios de cojudo que, por suerte, le cayó el cargo de presidente en las manos.

Por último, el tipo ni siquiera ha sido elegido ni como congresista. Fue accesitario de Martín Vizcarra. Sacaron a Vizcarra y entró él, de la nada. Jamás pensó en ser congresista, ni en sueños. Luego lo convirtieron en presidente del Congreso, y ahora, presidente de facto. O sea, un imbécil cualquiera con mucha suerte.

Entonces, por favor, alguien dígale a Jerí que no es presidente. Al entrar al poder, su gobierno debió limitarse inteligentemente a consolidar la transición y defender a capa y espada el proceso electoral que se dará en abril de 2026. Falta poco. O en caso quisiera caer bien; buscar derogar las leyes pro crimen que él mismo apoyó. Su gobierno casual tenía esa tarea.

Pero no, el tipo empezó su gestión como si hubiera sido elegido en una elección. No es lo mismo ser presidente interino que presidente electo constitucionalmente. El sujeto quiere solucionar los problemas del país sin experiencia, sin garantías, sin respaldo social, sin voto de confianza a su gabinete.

Su supuesta intención no está mal. Quizá, si ganara una elección, sería distinto. Pero recuérdenle al presunto violín que no es presidente.