Ica: intentan desalojar a restauranteros que se adueñaron de terrenos en plena Reserva de Paracas
Operativo en Playa Lagunilla termina suspendido tras resistencia de comerciantes. SERNANP busca recuperar zona protegida mientras los restauranteros denuncian abandono y posibles intereses privados en Paracas.
Momentos de tensión se registraron en Playa Lagunilla, dentro de la Reserva Nacional de Paracas (RNP), durante un operativo de desalojo ejecutado por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) con apoyo de un amplio contingente policial. El objetivo era retirar a los ocupantes de restaurantes y negocios que operan desde hace años en la zona, considerada parte de un área natural protegida.
Los comerciantes se opusieron al procedimiento, asegurando que llevan décadas trabajando allí y que su economía depende directamente del turismo que visita la reserva. “No somos invasores, somos moradores desde hace más de 70 años”, afirmó el abogado Martín Dávila, representante legal de los propietarios del restaurante Sol de Oro. Según señaló, las familias afectadas tendrían derechos de posesión y prescripción, además de estar registradas ante la municipalidad.
El operativo, que se desarrolló en horas de la mañana, fue finalmente suspendido por falta de garantías, luego de que se constatara la presencia de niños, adultos mayores y mujeres embarazadas entre los manifestantes. El capitán Rivera, a cargo de la seguridad en la zona, informó al juez responsable que no existían las condiciones adecuadas para ejecutar el lanzamiento sin poner en riesgo a los presentes.
Durante el intento de desalojo, los manifestantes, entre ellos pescadores y emprendedores turísticos, protestaron frente a las oficinas del SERNANP con arengas como “¡El pueblo no se vende!” y “¡La unión hace la fuerza!”. Los dueños de los negocios sostienen que detrás de la medida existirían intereses privados vinculados a proyectos turísticos de gran escala.
Representantes de los gremios de pescadores artesanales también mostraron su respaldo. Luis Díaz, presidente del gremio de San Andrés, denunció que “hay poder económico detrás de estos desalojos” y advirtió que los pescadores serían los siguientes en ser desplazados. En tanto, Carlos de la Cruz, presidente de la Asociación de Extractores de Mariscos de San Andrés, cuestionó que la reserva “pretenda entregarse al turismo” y recalcó que ellos y los restauranteros “ya estaban antes de la creación de la reserva, en 1975”.
Los empresarios locales afirman que sus familias se establecieron en el lugar desde mediados del siglo pasado, mucho antes de la creación de la Reserva Nacional de Paracas. Sostienen que, en lugar de ser expulsados, el Estado debería reconocerlos como parte de la historia y economía local, y buscar una solución que no afecte su sustento ni el ecosistema.
El SERNANP, por su parte, mantiene su posición de que las edificaciones en Playa Lagunilla se encuentran dentro de una zona intangible y que el procedimiento responde a una acción de recuperación de espacio protegido. No obstante, hasta el momento no se ha precisado cuándo se reprogramará el operativo de desalojo, que fue frustrado por segunda vez tras la intervención de los manifestantes.
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