La región Ica tendría tres universidades nacionales: la UNICA, UNATECH y UNASCA ¿Cuál es la realidad?
"Estamos regalando universidades" dijo alarante ayer el congresista de Perú Libre Segundo Montalvo. Esta es la situación de las dos nuevas universidades.

La región Ica, con un poco más de un millón de habitantes, se encamina a convertirse en un foco universitario con tres casas de estudio nacionales. A la histórica Universidad Nacional San Luis Gonzaga (UNICA) se suman dos nuevos proyectos: la Universidad Nacional Tecnológica de Chincha (UNATECH), ya aprobada por ley y con comisión organizadora en marcha, y la Universidad Nacional de Nasca (UNASCA), incluida en el paquete de 22 universidades creadas por insistencia del Congreso. Sin embargo, la pregunta es inevitable: ¿es realmente necesaria esta expansión o responde a un cálculo político?
En el caso de Chincha, la situación parece más avanzada. La UNATECH fue aprobada en 2024 mediante la Ley 32020 y en marzo de 2025 se instaló su comisión organizadora, paso clave para empezar a tramitar su presupuesto propio. Pese a ello, su funcionamiento sigue siendo incierto: sin una partida asignada como nuevo pliego en el presupuesto 2026, no podrá contratar docentes ni iniciar clases. Hasta ahora, lo único concreto es el terreno cedido por la municipalidad y la promesa de cinco carreras iniciales.
La Universidad de Nasca, en cambio, está aún en pañales. Aunque el Congreso aprobó su creación por insistencia, el Ejecutivo había observado el proyecto junto a otras 21 universidades, cuestionando su viabilidad financiera. La norma ya pasó el filtro parlamentario, pero falta lo más importante: dotarla de presupuesto y una comisión organizadora que la saque del papel. De no lograrse en el corto plazo, corre el riesgo de convertirse en otra universidad “fantasma”.

«Estamos regalando universidades»
Es innegable actual populismo del Congreso. «Estamos regalando universidades» dijo ayer el congresista de Perú Libre Segundo Montalvo. Claro, el parlamento insiste en crear universidades como una bandera política más que como una respuesta técnica a las necesidades educativas del país.
Con 74 votos a favor, el Parlamento avaló la creación masiva de instituciones en 15 regiones, sin garantizar un plan claro de financiamiento ni un modelo de calidad académica sostenible. El problema no es que se creen las universidades y un tiempo -el que tome- empiecen a funcionar, sino hay que preocuparse en lo que se van a convertir.
Ica, el foco de la educación universitaria
Socialmente, la discusión también es compleja. La UNICA, que llegó a tener gran prestigio en el pasado, alberga hoy a unos 15 mil estudiantes por ciclo, pero atraviesa los mismos males que muchas universidades públicas: corrupción interna, feudos familiares enquistados en su gobierno y una pérdida de atractivo frente a universidades privadas que ofrecen ingreso inmediato a cambio de pensiones altas. La creación de nuevas universidades podría ampliar cobertura, pero no necesariamente resolver los problemas estructurales.
En décadas pasadas, la UNICA fue un imán para jóvenes de Ayacucho y Huancavelica, obligados a migrar a Ica porque sus regiones carecían de universidades. Ese fenómeno respondía a un problema de centralización educativa que marcó a toda la costa sur. Hoy, sin embargo, el desafío es distinto: no se trata de seguir concentrando universidades en ciudades costeñas, sino de promover su creación en zonas alejadas y estratégicas. Ejemplo de ello es Coracora, en Parinacochas (Ayacucho), considerada en el reciente paquete de universidades, donde los jóvenes ya no tendrían que desplazarse a Ica para estudiar.
En el fondo, la discusión va más allá de levantar edificios o crear leyes. Lo que está en juego es la pertinencia de estas apuestas. Con Chincha en proceso y Nasca en el aire, Ica podría exhibir tres universidades públicas, pero el verdadero problema será evitar que terminen siendo parte del mismo problema: instituciones con poco prestigio, frágil financiamiento, corrupta y atrapadas en el juego político más que en el compromiso con la educación de calidad. Repito, se vende como pan caliente pero están creando reinos.
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