La pandemia del Covid-19 frenó la lucha contra la contaminación por plástico de un solo uso. Si bien en el 2019, a un año de la promulgación de la Ley N°30884, se dejó de usar 1.000 millones de bolsas y envases descartables, en el 2020 esta cifra tuvo un retroceso de 50%, según el Ministerio del Ambiente.
Pues bien, en ese contexto, con el respaldo de su bancada, el congresista de Fuerza Popular, Jorge Morante, ha presentado un proyecto de ley con el que pretende retrasar, por dos años, la entrada en vigencia de la prohibición del uso de envases de tecnopor (poliestireno expandido). Esta medida debe aplicarse desde el 20 de diciembre en el marco de una tercera fase de la ley. Antes se restringió la fabricación y el consumo de los sorbetes (cañitas), y se aprobó un impuesto a las bolsas plásticas para desincentivar su uso (S/0.30 hoy y S/0.40 en 2022).
“El objetivo es contribuir con la reactivación económica de los micro y pequeños comerciantes y de los usuarios. Estos recipientes tienen mayor demanda, con la ‘nueva normalidad’, por la entrega de comida a domicilio. Además, la industria en el Perú solo está en la capacidad de reemplazar el 20% de los productos que quedarían prohibidos”, justifica Morante.
Su discurso se alinea con lo señalado por la Asociación de Distribuidores y Comercializadores de Plásticos del Perú, la cual pide una prórroga del inicio de la prohibición. El gremio también cuestiona que el Ejecutivo aún no ha creado la comisión técnica que se encargaría de evaluar los resultados de la norma y de hallar otras alternativas para reemplazar estos envases.
Sobre este tema, el director de la ONG Vida, que realiza campañas de limpieza de playas, Arturo Alfaro, precisa que “más allá de los intereses particulares, deben pesar los intereses de la comunidad, del bien común, como es la lucha contra la contaminación por plástico”. “Hay que basarnos en pruebas. Saber cuánto hemos avanzado en la sustitución de los envases de tecnopor. Hoy, la productora más grande del Perú, tiene una línea alternativa de recipientes de bagazo de caña de azúcar y los restaurantes se están adecuando. Hay que analizar este problema, porque en el país aún no hay tecnología para reciclar tecnopor”, aseveró.
LA CLAVE
Según la ONG Vida, el 70% de basura que recogen en las playas de Magdalena y San Miguel son bolsas y tecnopor. Estos tardan 1.000 años en degradarse.
-La República
