El guardacostas argentino GC24-Mantilla protagonizó una riesgosa persecución para capturar a un buque chino que pescaba ilegalmente a unos 358 kilómetros del Golfo San Jorge.
El operativo comenzó la noche del viernes cuando la tripulación a bordo del Mantilla localizó el buque a unos mil metros del límite de la zona de exclusión que no emitía información de localización satelital, y cuya posición no coincidía con la flota pesquera de origen nacional monitoreada por Prefectura en el área.
El guardacostas inició navegación hacia el pesquero y constató que tenía sus redes desplegadas y las luces de faena encendidas, por lo que se activó el protocolo previsto para impedir la pesca ilegal.
El jefe de Servicios de Tráfico Marítimo, Carlos Villareal, dijo en diálogo con TN: “Se le ordenó que dejara de infringir el régimen federal pesquero argentino en inglés y en castellano. Además, se le hicieron señales internacionales de pitada para que detuviera su marcha, lo cual también fue señalizado con los reflectores”.
A pesar de las advertencias, Villarreal contó que el pesquero se fugó y realizó maniobras disuasivas, que pusieron en riesgo tanto a la tripulación del Mantilla como a la del propio buque chino. «La embarcación fue perseguida ininterrumpidamente hasta 25 millas fuera de la zona de exclusiva de explotación económica argentina» aseguró.
Finalmente, el prefecto informó la denuncia del ante la Justicia, tanto por su contravención al régimen nacional pesquero como por la posterior desobediencia y el empleo de maniobras de altísimo riesgo para el personal de ambas naves.
