“Sigue con confianza en la dirección de tus sueños. Vive la vida que has imaginado”.
La frase es del escritor estadounidense Henry David Thoreau y está tatuada en la espalda de Bill Passman, el abogado que renunció a todo para hacer turismo por el mundo.
Con casi 70 años, Bill ha visitado más de 110 países y ha decidido inmortalizar sus visitas de una forma peculiar: se impregnó un mapamundi y pinta, de un color distinto, cada nación que pisa.
Hace nueve años conoció a otro viajero que levaba un diseño similar y “le robó la idea”.
Hoy Bill Passman relata sus aventuras en el blog World Tattoo Traveler, que comenzó en 2006 tras dejar carrera legal a los 59 años.
“Después de obtener mi primer pasaporte en 2006 y viajar para escalar el Monte Kilimanjaro, en Tanzania, mi vida ha cambiado».
«He comenzado un proceso para deshacerme de todas mis posesiones y viajar por el mundo”, fue lo que publicó antes de empezar su gran viaje.
Su filosofía se resume en una línea: «Lo importante no acumular dinero ni posesiones. Viajar es la mejor educación. Mi tatuaje fue la forma en que descubrí lo apasionado que es viajar”.
En una entrevista de hace cuatro años con la autora de la bitácora La lujuria errante, Bill Passman detalló que su mayor desafío fue vender su casa y aprender a viajar a bajo costo.
“Ahora mismo guío algunos viajes alrededor del mundo para ayudar a financiar mis viajes. Al principio, mi familia pensó que me había vuelto loco. Pero ahora piensan que es increíble. Planeo viajar la mayor parte de la vida que queda”, apuntó.
Para entonces, su próximo destino era Perú, Guatemala, Irlanda, Portugal y España. Después iría a África, América del Sur y Nueva Zelanda.
“Guatemala es mi país favorito, pero también amo Nueva Zelanda y Nepal. En cualquier lugar con montañas”.