Ica: abogado es suspendido por traicionar a su cliente y pasarse a defender a la parte contraria
Consejo destacó que la conducta del abogado violó los principios de probidad e integridad contemplados en el Código de Ética Profesional.
Un abogado de la región Ica ha sido suspendido por el Consejo de Ética del Ilustre Colegio de Abogados de Ica (CAI) tras haber dejado de representar a su cliente original para asumir la defensa de la parte contraria en un litigio. Este acto de traición fue calificado como una grave transgresión a los principios éticos de la profesión.
El caso se originó cuando el abogado fue contratado inicialmente para gestionar un trámite de nulidad de acto jurídico ante el Juzgado Civil de Pisco. Sin embargo, tiempo después, el letrado asumió la defensa del demandante de su anterior cliente en un proceso de alimentos ante el Juzgado de Paz Letrado. Este cambio de bando generó una denuncia ética que concluyó con su suspensión.
La sanción disciplinaria impuesta por el CAI tiene una duración de seis meses y se oficializó el 22 de julio de 2024. En su resolución, el Consejo destacó que la conducta del abogado violó los principios de probidad e integridad contemplados en el Código de Ética Profesional, causando un grave daño a la imagen de la abogacía.
¿Por qué se suspendió al abogado?
Según el informe emitido por el CAI, el abogado tuvo acceso a documentación y argumentos clave de su primer cliente, información que podría haber influido en el nuevo caso que aceptó. Aunque el denunciado negó haber utilizado estos datos en su defensa de la parte contraria, la justificación no fue suficiente para evitar la sanción. Además, su inasistencia a una audiencia programada por el CAI el 4 de febrero de 2023 agravó su situación.
El Código de Ética del Ilustre Colegio de Abogados de Ica establece criterios estrictos sobre los casos en los que un abogado puede desvincularse de un cliente. Aunque estas normas permiten renuncias bajo ciertas circunstancias, asumir la representación de la parte contraria se considera una acción incompatible con los principios de la profesión.
El CAI subrayó en su resolución que este tipo de conductas afectan la confianza y transparencia esenciales en el ejercicio de la abogacía. La medida disciplinaria busca no solo sancionar al profesional, sino también reforzar los valores éticos dentro del gremio.