Obispo de Ica Héctor Vera Colona: «Que pena que una autoridad termine su gestión en un centro penitenciario»

El Obispo de la Diócesis de Ica, Héctor Eduardo Vera Colona, realizó duras reflexiones durante la misa del tercer domingo de septiembre en el Santuario de Yauca del Rosario. Dirigiéndose a los fieles, criticó la corrupción en las autoridades y lamentó que algunos terminen su gestión en un centro penitenciario.

Durante su homilía, el obispo subrayó la importancia de rectificar y actuar con responsabilidad:

«Qué pena que el ambiente sea siempre de corrupción. Qué pena que las autoridades terminen su gobierno y terminan ingresando a un centro penitenciario. Pues intentemos mejorar. El Señor nos va dando oportunidad a medida que nos concede la vida, nos va dando oportunidad de poder rectificar.»

Hizo un llamado a los devotos a actuar con esfuerzo y honestidad, y pidió la protección de la Virgen en sus decisiones:

«Pidámosle a la Virgen que ella nos ayude, que ella nos proteja, que ella nos lleve siempre por buen camino y seguro. Te aseguro que ella actúa en la vida de las personas.»

El obispo destacó que la corrupción afecta tanto a las autoridades como a la sociedad en general y que quienes se oponen a ella muchas veces no reciben respaldo:

«Si el Señor viviera en este siglo XXI, diría, ‘Ciertamente los hijos de este mundo son corruptos y lo que no podemos ser nosotros es apoyar la corrupción. Siempre habrá de parte nuestra un ataque directo a la corrupción, aunque esté en peligro nuestra vida. ¿Cuánta gente ha tenido que entregar la vida y a veces no sentirse respaldado ni protegido porque han puesto en riesgo su vida…?»

Héctor Vera Colona instó a los fieles a actuar con generosidad y desprenderse de bienes obtenidos de manera ilícita:

«Si te das cuenta que has actuado de mala manera, si te das cuenta que te has enriquecido ilícitamente, procura ser generoso con los bienes que el Señor te ha dado. Procura desprenderte de buena manera, pues de alguna manera ese espíritu tiene que cambiar siempre en nuestros corazones.»

Al momento del sermón, muchos se preguntaban quién pudo haber inspirado estas palabras, dado que el obispo hizo referencias tan directas al contexto político del país y a los escándalos de corrupción recientes. Su mensaje fue recibido como un llamado urgente a la reflexión y al cambio, no solo para las autoridades sino también para la comunidad en general.

El obispo concluyó enfatizando que siempre hay oportunidad de rectificar, vivir con rectitud y hacer la voluntad de Dios, recordando que la honestidad y la ética son el camino para construir confianza y justicia en la sociedad.