Los que me conocen saben que uno de los sectores que más cariño tengo es a Educación, es donde tal vez más cómodo me siento de invertir mi tiempo, y esto nace desde hace muchos años, donde comprendí que la ruta hacia la excelencia educativa se alejaba. Siempre fui consiente que el cambio que necesita el Perú, es el cambio de la sociedad, y esta nacerá de que tan cerca a la excelencia se encuentre la educación básica.
Cada año podremos tener estadísticas, yo mismo como economista me guio de números, diagramas, estimaciones y análisis coyunturales, pero empiezo a acercar los números a la realidad, y ciertamente hay desviaciones en estas.
Cada año hay un mayor porcentaje de migración de estudiantes, los padres cambian a sus hijos de escuelas públicas a privadas, esto explicado básicamente por priorizar la educación de calidad y relacionarla con la educación privada, así mismo de una mejora económica en los ingresos familiares.
“La idea ‘Privado es mejor que Público’ se está implantando en los padres de familia»
Es una pena que este pensamiento se esté volviendo común entre todos los ciudadanos, la Educación Privada toma más relevancia bajo la premisa de ser mejor que la dañada educación Pública.
El bajo nivel de competencias, la continua pérdida de clases por las huelgas de sindicatos, la penosa infraestructura y la falta de la aplicación de tecnologías de la información contribuyen a que la educación pública se encuentre dañada.
Debemos tener en cuenta que el sistema educativo público alberga alrededor de 6’700,000 alumnos, la reforma es necesaria ahí, la política educativa debe estar bien dirigida, pataleos como la nueva escala de calificaciones generan incomodidad en los padres de familia, podría considerarse improvisación del MINEDU.
Tenemos a la cabeza al actual Presidente Martin Vizcarra, que en el 2014 siendo Gobernador Regional logro que su región lidere el ranking de educación, y que el pasado 28 de Julio reafirmo su interés con mejorar la calidad de la educación en el País, esperemos este en proceso de ello y no en caída libre.
La educación de calidad es un derecho que se merecen los más de 9 millones de estudiantes de todo el país que deberían acceder en igualdad de condiciones, sea que asistan a un institución pública o privada.
