En el 2010, Gabriela Spanic contrató a Marcia Celeste Fernández, una joven argentina para que fuera su asistente, sin pensar que esta mujer casi le quita la vida. La actriz venezolana comenzó a tener éxito en México y otros países por lo que tener a alguien trabajando para ella era necesario.
Por eso, contrató a Fernández para que cuidara a su hijo y se ocupara de las labores doméstica. Esta joven de 24 años comenzó bien, pero después de unos meses, Spanic y su familia comenzaron a tener fuertes dolores de estómago, menos la asistente.
Gabriela Spanic comenzó a sospechar de que se trataría de un envenenamiento por lo que llamó a las autoridades. Cuando ellos llegaron a su casa y entraron al cuarto donde dormía María Celeste, encontraron ampollas que contenían sulfato de amonio. De acuerdo con los partes policiales, la joven argentina estuvo suministrando este producto durante 4 meses.
Marcia Celeste Fernández estuvo presa en el reclusorio para mujeres de Santa Martha Acatitla y en el 2012 fue absuelta luego de que no encontraran más pruebas contundentes para declararla culpable.
Gabriela Spanic y las secuelas del envenenamiento
Han pasado más de 10 años desde este suceso y Gabriela Spanic asegura que hasta hoy no hay justicia para ella y su familia. “No tuve justicia; ella quedó absuelta de todo, no hubo justicia para con mi hijo ni para conmigo, ni para con mi familia”, dijo a la revista TVyNovelas.
Asimismo, la actriz venezolana manifestó que no se han recuperado totalmente de este envenenamiento y tienen que estar medicados de por vida:
“Todavía tomamos medicamentos. A mi hijo le quedó el estómago perezoso y le mandan un medicamento que tiene que tomar casi de por vida para poder ir al baño”, sostuvo.