Al menos tres menores resultaron intoxicados tras consumir alimentos de la Dulcería Velazco en Ica, según una denuncia presentada por el abogado Renzo Valdéz. Los niños, que habían ingerido productos como torito y manjar blanco, comenzaron a presentar síntomas graves durante la madrugada del miércoles. Esto llevó a su pronta hospitalización.
El caso se originó cuando los menores, tras consumir los productos adquiridos el martes en la tarde, experimentaron fuertes dolores estomacales horas más tarde. Según Valdéz, uno de los productos, el manjar blanco, mostraba evidentes signos de contaminación, incluyendo la presencia de hongos y manchas negras. Los niños afectados están recibiendo tratamiento médico, y el diagnóstico apunta a una intoxicación alimentaria.
«El día de ayer en la tarde hemos comprado unos productos, manjar blanco y torito, y dos sobrinos han terminado intoxicados. Se les dio a Salubridad, el manjar blanco está completamente de hongo, con partes negras. Los niños están en la clínica, el doctor dice que es intoxicación, les han puesto medicamentos a las sondas para desintoxicarlos» manifestó el abogado Renzo Valdéz.
Municipalidad de Ica interviene el local tras denuncia
La Municipalidad Provincial de Ica, en alerta por las acusaciones, decidió intervenir la dulcería ubicada en la esquina de Grau con Castrovirreyna. La inspección a cargo de la Sub Gerencia de Control Ambiental y Salubridad, tenía como objetivo verificar la calidad e higiene de los productos ofrecidos por Velazco, un establecimiento con antecedentes de denuncias por condiciones antihigiénicas.
Este no es el primer episodio en el que la Dulcería Velazco se ve envuelta en controversias de salubridad. En el pasado, ha sido objeto de clausuras temporales por parte de las autoridades locales tras recibir múltiples denuncias de consumidores, quienes reportaron hallazgos alarmantes como insectos en los empaques y deficiencias higiénicas en el lugar de producción.
Ante esta nueva denuncia, se viene tomado medidas inmediatas para investigar y asegurar que se respeten los estándares de salud pública, mientras los padres de familia espera respuestas y acciones concretas para evitar futuros incidentes que pongan en riesgo la salud, especialmente de los niños.
