Un hombre con características similares a un pescador que desapareció hace casi dos décadas ilumina la esperanza de una familia.
La última vez que supieron de la existencia de Ángel Arquímedes Ramírez López fue el 4 de octubre de 2001, cuando desapareció. Dos décadas después, su familia cree encontrarlo con vida, irreconocible, pero con vida. Internado en el hospital de de Chimbote, un hombre parecido a Ángel espera la prueba de ADN para volver a entregarse a los brazos de su familia.
Sea Ángel Arquímedes o su identificación sea la de otra persona, una familia espera para reencontrarse con él.
El milagro del náufrago
Esta sorprendente historia de un náufrago radica en que Ángel Arquímedes fue un pescador que desapareció en Talara, Piura, cuando realizaba sus labores de pesca de pota.
El vagabundo que apareció rondando en las calles de Coishco, en Áncash, presenta aparentes alteraciones mentales. Relató, coincidentemente, que hacía un tiempo, se fue a la mar y naufragó junto a otras personas.
Las historias iluminan la esperanza de cumplirse el reencuentro con el ser querido de la familia.
La esposa e hija de Ángel Ramírez arribaron hasta el nosocomio de La Caleta, en Chimbote, donde permanece el náufrafo para confirmar los hechos.
Petronila Juárez y Ángela Ramírez se enteraron que le aplicaron la prueba biométrica al náufrago para saber si se trataba de su esposo y padre, respectivamante. El resultado arrojó negativo.
Ante la incertidumbre y la esperanza de reconocer a su ser querido 18 años después, Ángel Ramírez fue sometido a la prueba de ADN para cerrar esta historia, que parece ser extraído de un libro de ficción.
