El Ministerio de Salud de Georgia ha confirmado este viernes la muerte de una enfermera de 27 años que cayó en coma a causa de un shock anafiláctico tras ser vacunada con el fármaco de AstraZeneca.
La joven fue inoculada con el fármaco el miércoles y al día siguiente cayó en coma en un hospital de la ciudad de Ajaltsije. Durante la noche, su condición se había estabilizado, pero el viernes por la mañana su corazón se detuvo y no pudieron salvarla.
«Podemos afirmar, de forma preliminar, que lo ocurrido es el resultado de una reacción alérgica severa a la vacunación, pero próximamente los expertos emitirán su veredicto oficial», señaló el inmunólogo Bidzina Kulumbegov, uno de los asesores médicos del Gobierno georgiano.
Las autoridades de salud del país también refirieron que se trata de la primera muerte que se registra por shock anafiláctico tras la inoculación con el medicamento de AstraZeneca. «En cuanto a la muerte como resultado de un shock anafiláctico después de [la aplicación del fármaco] AstraZeneca, de momento, no se ha confirmado en ninguna otra parte», señaló la subdirectora del Ministerio de Salud, Tamar Gabunia.
En este contexto, el Ministerio de Salud georgiano afirmó que el proceso de vacunación contra el covid-19 con el preparado de AstraZeneca continuaría solo en los centros médicos especializados.
Georgia comenzó la vacunación masiva el pasado 15 de marzo y por el momento solo cuenta con la vacuna de la farmacéutica británica.
El anuncio se produce después de que científicos noruegos vincularan la vacuna anticovid de AstraZeneca con la formación de coágulos de sangre, una condición que se ha observado en algunas personas inoculadas con este fármaco y que llevó a varios países a suspender su uso. Sin embargo, expertos británicos y neerlandeses han rechazado esta idea, señalando que no hay evidencia de tal vínculo.
