Ica: alertan sobre robo de gas con conexiones clandestinas “como si fuera agua”

En Ica, la alerta está encendida por una peligrosa práctica que empieza a extenderse en la región. Usuarios que contratan el servicio de gas natural para uso domiciliario estarían alterando sus instalaciones para abastecer negocios como pollerías, restaurantes y panaderías. Esta modalidad, además de ser ilegal, expone a un alto riesgo de accidentes por fugas y sobrecargas en la red.

Manipulaciones ilegales y riesgos penales

El gerente comercial de Contugas, Arturo Ledesma, confirmó que las intervenciones detectadas son realizadas por personas ajenas a la empresa que se hacen pasar como técnicos autorizados. Precisó que las manipulaciones constituyen una falta grave y un delito con consecuencias penales. “Hemos encontrado instalaciones adulteradas que ponen en peligro no solo al infractor, sino también a sus vecinos”, declaró el vocero.

Aunque algunos usuarios buscan ahorrar pagando tarifas menores, el peligro supera cualquier supuesto beneficio. Las redes urbanas de gas natural funcionan en anillo, es decir, están interconectadas, por lo que una manipulación en una sola vivienda puede afectar a toda la zona. Una instalación diseñada para uso residencial no soporta el nivel de consumo de un negocio, y forzarla puede generar daños irreversibles.

Casos detectados en la región

Las irregularidades se han identificado en Chincha, Pisco e Ica, donde se hallaron conexiones clandestinas y medidores adulterados. En todos los casos, la empresa suspendió el suministro y presentó denuncias legales ante el Ministerio Público. Una de las prácticas más comunes es la alteración del medidor, que busca registrar un consumo menor al real para reducir el pago, a pesar de que el gas se utilice a nivel comercial.

Frente a esta situación, Contugas recordó a la ciudadanía que ninguna instalación puede realizarse sin estar registrada ante el regulador. Además, puso a disposición la línea gratuita 1808 para recibir denuncias anónimas de vecinos que identifiquen actividades sospechosas. “Manipular una instalación de gas no es un juego. Es un riesgo para todos”, advirtió.