Sueltan agua nueva sobre el Río Ica y arrasa con obras en plena ejecución

La repentina llegada de agua de avenida al río Ica sorprendió al consorcio que ejecuta los trabajos de reforzamiento y ensanchamiento del cauce. El ingreso del caudal arrasó materiales, dañó maquinarias y obligó a paralizar las labores en plena fase de construcción.

El proyecto, a cargo del Proyecto Especial Tambo Ccaracocha (PETACC), entidad adscrita al Gobierno Regional de Ica, comprende la ejecución de los tramos Ítem III y IV entre los puentes Grau, Cutervo y Casuarinas. La obra está valorizada en casi 300 millones de soles y busca mitigar riesgos de inundaciones en sectores vulnerables.

Hace un mes, el Gobierno Regional había detallado que en el sector Mollendo se levantaban muros de contención de 4.5 metros de altura, con base de concreto armado, encofrado de acero y losas de fondo. Estas estructuras eran presentadas como claves para proteger viviendas, cultivos y vidas ante eventuales desbordes sobre todo en enero y febrero del próximo año.

La emergencia ocurrió luego de la apertura de compuertas en la laguna de Choclococha, punto de origen del río Ica. Se sabía que estas aguas nuevas descenderían en octubre, e incluso se había anunciado su liberación para riego agrícola desde mediados de septiembre. Entonces esto su pude prevenir.

El jefe del PETACC, Luis Murguía, había solicitado formalmente que el ingreso de agua se postergara hasta el 1 de noviembre, con el fin de no interrumpir las obras. La llegada anticipada del caudal dejó expuesto que las previsiones no fueron suficientes y que la obra estaba en etapa vulnerable.

«Nosotros tuvimos reunión con las dos contratistas a cargo de las ejecución de las obras en estos tramos y reunión con la Autoridad Nacional de Agua (ANA), y la Junta de Usuarios de Riego de Ica y Junta de riego La Achirana. Hemos firmado un acta para que las aguas de avenida no discurra hasta el primero de noviembre para que puedan avanzar lo máximo. En estos momentos están regando las zonas agrícolas de las partes altas y a partir de noviembre deberían regar toda la parte baja del valle» manifestó.

Vecinos de la margen derecha siguieron con preocupación la crecida del río, temiendo posibles desbordes. Aunque no se reportaron viviendas inundadas, el incidente hizo que cuestionen a las autoridades para garantizar el avance de esta obra que lleva más de cuatro años y con estas pérdidas, seguro la ejecutoras de obras pedirán aumento de presupuesto.