Opinión

Pan con chancho, orgullo nacional

Un sánguche dominguero convertido en bandera digital. Entre fritura y likes, el Perú se abraza a su única certeza: comer bien hasta el fin del mundo.

Pan con chancho, orgullo nacional
Pan con chancho, orgullo nacional. (Comp:lalupa).
09/09/2025 09:10

El Perú es Clave. Ibai inventa un Mundial de Desayunos y la patria entra en trance colectivo. Pan con chicharrón contra arepa, como si de esa votación digital dependiera el futuro del continente. Influencer español que descubrió el punto débil: el orgullo latino. Y nosotros caímos felices, con el pecho inflado y la moral hipotecada. El Perú es key, gritamos, aunque solo se trate de un sánguche dominical servido en pan francés, con más grasa que gloria. Pero qué importa: ahí estamos, creyendo.

Rafael López Aliaga, Porky orgulloso de su Porky, declara Pan con Porky. Pan con chancho, chancho con chancho. El alcalde convertido en chiste que no sabe que es chiste, usando un sánguche para ganar popularidad. Y el país aplaudiendo como si la lucha contra la corrupción se resolviera con camote frito. Los políticos entendieron rápido: gobernar es complicado, pero sumar likes es sencillo. Perú es trending, chicharrón trending, miseria trending. Mientras la ciudad gótica arde, el alcalde sonríe con un sánguche en la mano. Estrategia de Estado: desayuno.

Dina Boluarte en Consejo de Ministros. Agenda: pobreza, educación, salud, seguridad. Y de pronto alguien se ilumina: “¡Hay niveles!”. Eureka. Campaña nacional para votar por el pan con chicharrón. Ministerios enteros convertidos en comentaristas de TikTok, instituciones del Estado mandadas a hacer diseños creativos. Estrategia país: spamear a Ibai. La política peruana reducida a lo que siempre fue: espectáculo de feria. Y lo peor no es que funcione. Lo peor es que nos gusta. Aplaudimos la ridiculez, la compartimos, la celebramos como si fuera victoria diplomática.

Pobres de educación, pobres de gobernabilidad, pobres de transparencia, pobres de todo. Pero ricos en desayuno. Esa es la fórmula, esa es la bandera. El Perú es Clave, decimos, porque la comida nunca falla. El Congreso puede hundirse, la justicia puede pudrirse, la crisis política puede devorarnos, el mundo se puede acabar, pero el sánguche de domingo siempre estará ahí, fuerte, crujiente, inquebrantable. Nos convencemos de que somos potencia gastronómica y así tapamos que no somos potencia en nada más. Orgullo envuelto en papel periódico, servido con café pasado, celebrado en TikTok.

¡Que viva el pan con chicharrón! ¡Que viva Ibai, que viva el Perú. Hoy cuesta un sol más, pero hoy vale un mundo. Finalistas de un mundial inventado, campeones morales de la ilusión digital. Un sánguche sostiene la autoestima nacional, un meme disfraza la miseria cotidiana. El Perú es Clave, repetimos, hasta convencernos. El sarcasmo se disuelve en grasa, la ironía se come con tamal, la realidad se endulza con camote. País meme, país desayuno, país que sonríe con la boca llena y el futuro a quién le importa el futuro. No se olviden de votar por el pan con chancho en todas las redes de Ibai.

Temas: Gastronomía Ibai Mundial de Desayunos Perú Venezuela

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