Autoridades e instituciones anunciaron impulsar un proyecto de puesta en valor de la condorera de Ispanapata, con el objetivo de convertirla en un área de conservación ambiental. La noticia se dio a conocer durante una visita de reconocimiento a la condorera, que se llevó a cabo en el marco del Día Mundial de la Vida Silvestre.
«La condorera de Ispanapata» está ubicada en la quebrada del río Taruga. Esto en el sector Ispanapata, distrito de Vista Alegre, provincia de Nasca en la región Ica. Asimismo a ese lugar llegaron funcionarios de la Municipalidad Distrital de Vista Alegre, junto al alcalde de la provincia de Nasca.
Esta zona es un espacio de descanso del cóndor andino (Vultur gryphus), una especie emblemática del Perú que se encuentra en peligro de extinción. El nuevo proyecto para este lugar será el poner en valor la condorera. En particular; impulsar la construcción de un «mirador turístico». Esta iniciativa beneficiará a la industria del turismo nasqueño.
Serfor dará asistencia para no afectar estadía y hábitat del mirador de cóndores en Nasca
La visita se dio junto a un representante del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor). La jefa de Asuntos Ambientales y Ecología de Vista Alegre señaló que la visita a la condorera es el primer paso. En efecto se buscará la conservación de la zona y realizar el monitoreo periódico que asegure la protección de los cóndores. Además, se busca reconocer este espacio como área de conservación ambiental.
El Serfor se comprometió a brindar toda la información técnica necesaria para impulsar el proyecto de los gobiernos locales y lograr el objetivo. La presencia de 15 ejemplares de cóndor andino en Ispanapata, según el Primer Censo Nacional del Cóndor Andino en el Perú, hace aún más importante el trabajo de conservación de la zona.
El presidente de la comunidad campesina de Huayhua mostró su apoyo al proyecto. Él destacó que se promoverá el turismo a través de un mirador en la parte frontal del cañón. De hecho, desde ese lugar se podrá apreciar el vuelo y la vivencia que tienen los cóndores en esta zona, sin afectar su estadía ni su hábitat.